EVOLUCIÓN DEL SECTOR TECNOLÓGICO EN ESPAÑA.
La historia financiera de las empresas españolas de Internet se escribe en nueve meses. En este breve periplo se ha pasado de la euforia inversora de principios de año, a los planes de reestructuración actuales de muchos proyectos lanzados con sumas millonarias.
Las cifras de empresas como Netjuice que consiguió 10.500 millones en tan sólo diez meses, los 3.300 que le llovieron a Lanetro en algo más de cuatro o los 8.750 que consiguió reunir MyAlert en menos de nueve, muestran la euforia vivida por los inversores, y habida cuenta de los resultados obtenidos por el momento, su repulsa hacia todo lo que huela a Internet.
Ecuality se ha ganado el título de ser el primer gran fracaso español en Internet. Los 3.300 millones de pesetas obtenidos hace un año se evaporaron en abril coincidiendo con la crisis del Nasdaq y el desplome de los valores tecnológicos. Hoy, sus inversores (Acciona, BBVA y Abengoa, entre otros) intentan revivir Ecuality que tiene deudas de unos 2.000 millones. A Ecuality le ha seguido Netjuice, que ante la forzosa reducción de plantilla de una de sus filiales, Baquia, ha optado por segregarse en Netjuice Capital y Netjuice Networks.
La implantación en otros mercados, los gastos en publicidad y los sueldos necesarios para captar profesionales a toda prisa, suelen ser los elementos que desequilibran las cuentas de las puntocom.
Ahora se imponen los criterios tradicionales que exigen garantías de rentabilidad a corto plazo. Siguiendo esta tendencia, pero antes de sufrir un descalabro, Optize ha diversificado su negocio, y ahora, además de vender, asesora a empresas y ofrece asistencia técnica, previendo obtener rentabilidad en 15 meses. Por su parte, MyAlert acaba de vender su plataforma tecnológica a Ixir (equivalente de Terra en Turquía) a sabiendas de que este contrato supera con creces la posible explotación publicitaria del millón de suscriptores que tiene.
Todo está por inventar en la red, incluido un modelo eficaz de gestión que frene la llamada crisis de los valores tecnológicos. Las cifras de internautas como de negocio del comercio electrónico siguen en aumento, pero sólo las empresas que superen la criba recogerán los prometedores beneficios que se esperan.