CAPITAL RIESGO EN ALEMANIA.
Que Alemania haya sido considerada tradicionalmente como paradigma europeo en la gestión de grandes corporaciones, no se le escapa a casi nadie, pero no resulta tan conocido el espíritu emprendedor que ha venido desarrollando este país en los últimos años y que le ha hecho ganar reputación dentro de las pequeñas empresas tecnológicas. Hubo un tiempo en que los alemanes no corrían riesgos debido a que el fracaso era castigado sin posibilidad de obtener una segunda oportunidad. Desde 1997 esta tendencia parece haberse invertido basándose en la fortaleza de la economía germana; el buen desarrollo del Neuert Markt, en el que más de la mitad de las compañías que cotizan en él, vienen con un inversor de capital riesgo bajo el brazo; y un tratamiento fiscal favorable.
A pesar del bajón por el que pasan los mercados tecnológicos, 1.844 compañías recibieron fondos procedentes del capital riesgo en el año 2000, de las cuales 894 se encontraban en fases semilla y arranque; cifras que superan ampliamente a las 1.369 compañías (560 en fase semilla y arranque) apoyadas en 1999. En cantidades, estas empresas en fase inicial recibieron $1.700 millones (1.941,26 millones de euros ó 323.000 millones de pesetas) en 2000, por $900 millones (1.027,73 millones de euros ó 171.000 millones de pesetas) en 1999. Los sectores que siguen captando fondos, aunque a un ritmo inferior a 2000 son el biotecnológico, Internet, life sciencies sector y la nanotecnología.
Según datos de la Asociación Alemana de Capital Riesgo (BVK), el número de miembros que operaban en la misma a finales de 2000 ascendía a 182 (por 138 en 1999) y el flujo de fondos de capital riesgo vivos en Alemania oscila entre 350 y 400.