OCUPAR UN LUGAR EN EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN, O NO HACERLO.

    No hace demasiado tiempo, era algo frecuente que los capitalistas riesgo ocuparan lugares en los consejos de administración de las empresas en las que participaban, incluso, en ocasiones, después de que éstas salieran a Bolsa.

    El panorama, tras el caso Enron, es diferente con la nueva legislación de buen gobierno de las empresas en EE.UU. Esta nueva normativa, entre otras cosas, obligará a los CEOs (Chief Executive Officer) a certificar los resultados e incrementará la responsabilidad de los miembros del consejo, habiéndose ampliado las penas de cárcel si se incurre en prácticas fraudulentas.

    Una evidencia de este hecho, son las mayores primas que las compañías aseguradoras están cargando en la cobertura de las corporaciones, y en algunas ocasiones, la negativa de aquellas a hacerlo en el caso que los capitalistas riesgo tengan la intención de permanecer en consejos de empresas que hayan salido a Bolsa. El pasado año esta prima se elevó un 100% en el caso de empresas tecnológicas con inversores de capital riesgo en sus consejos.

    Bajo esta tesitura, los inversores no se sienten tan confortables en sus sillones, y habrán de evaluar los beneficios y riesgos que conlleva esta situación.
 
    Por otro lado, hay inversores que parecen no asustarles estas medidas y siguen viendo los beneficios que la posición en los consejos les otorga. Seguir en primera línea las nuevas tendencias tecnológicas, los contactos que se crean y la imagen positiva para otras compañías de la cartera o potenciales participadas, son algunos de los intangibles que más valoran los operadores de la industria.