SILICON VALLEY REBOTA.
Tras el pinchazo de la burbuja tecnológica hubo quien se aventuró a calificar a Silicon Valley, la ubicación que más riqueza genera en el mundo, como Death Valley (el valle de la muerte), sin reparar en que la principal fuente de energía de esta particular comunidad, es precisamente su capacidad de sobreponerse al fracaso. El fracaso es lo que cimenta la innovación.
El Valle siempre paga los excesos que acompañan al éxito: la sobrepoblación de la zona, carísimas casas, demasiado tráfico, pequeñas oficinas e ingentes cantidades de dinero para pocas start-ups. Ante este caos, el fracaso se convierte en la válvula de escape que libera a gente, ideas y capital en la justa medida capaz de generar nuevas revoluciones.
Hay una serie de indicadores relacionados con el día a día de Silicon Valley que invitan al reflorecimiento del Valle, como el aumento de las inversiones de capital riesgo en el último trimestre de 2001, tras meses de sequía; el incremento del número de contrataciones; el anuncio del gobierno de un aumento del 15% en el gasto en tecnología de la información o la exitosa salida a bolsa de la compañía Paypal; pero sin duda, un claro signo de que el espíritu emprendedor continúa intacto es el regreso uno de los cofundadores de Apple Computers, Steve Wozniak, que trabaja en su nueva compañía Wheels of Zeus. En cierto sentido, el rebote comenzó tan pronto como muchas puntocom empezaron a despedir a sus empleados.
Algo que distingue esta nueva etapa del pasado boom tecnológico, es la dificultad para encontrar financiación, haciendo casi imposible la fundación de una mala empresa. Ahora, sólo tienen cabida compañías que disponen de planes de negocio viables, prototipos que funcionan y un mayor sentido de compromiso, en lugar de irreales posibilidades de desinversión, o salida del negocio.
Próximamente, verán la luz proyectos que estarán ligados al desarrollo de tecnologías de radio (wi-fi), frecuencia que permitirá disponer de red sin cableado a casas y oficinas; redes de distribución de archivos compartidos (peer-to-peer); servicios destinados a webs; nuevas tecnologías emergentes como la bioinformática, que expota el uso masivo de información genética a través de computadoras, o la nanotecnología.
Para mayor información consulte en 25-3-2002, Newsweek