VALORACIÓN DEL ESTADO ACTUAL DE LAS PUNTOCOM.
Justo cuando se pensaba que se había pasado página en lo que se refiere a la irrupción y posterior caída de las puntocom, han aparecido dos estudios conducidos por VentureOne y PricewaterhouseCoopers que parecen indicar como el ciclo de este tipo de empresas aún no ha acabado.
Según VentureOne, a comienzos de 2001, de las 7.235 compañías sujetas a estudio que habían recibido financiación del capital riesgo (la mayoría encuadradas dentro de la rama tecnológica) un 11% han desaparecido, el 6% han salido a bolsa o han sido adquiridas por otra empresa, mientras que el restante 83% corresponde a empresas todavía operativas. Un 28% de este último grupo ha sufrido las dificultades del mercado para refinanciarse en 2001. Asimismo, el estudio de PricewaterhouseCoopers también concluye que una porción mayor de la esperada consiguió superar la criba apoyándose en prácticas empresariales más conservadoras.
La dura realidad para muchas de las compañías escrutadas por VentureOne (3.400) que pudieron financiarse antes de que se endurecieran las condiciones a principios de 2001, es que tendrán muchas dificultades para obtener nuevos recursos para seguir desarrollándose, con la dificultad añadida de que gran parte de ellas pertenecen a sectores que han dejado de ser atractivos para el capital riesgo, como el consumo o los servicios empresariales.
Las inversiones de capital riesgo se han minimizado a pesar de la ingente cantidad de capital con que cuentan los inversores. Así, se ha pasado de realizar 1.711 operaciones valoradas en $27.000 millones en el primer trimestre de 2000, a las 610 operaciones ($6.000 millones) cerradas en el último trimestre de 2001.
Durante la burbuja de internet fue puesto en circulación tanto dinero en tantas empresas, que las inversiones en 1999 y 2000 supusieron el 70% de todo el capital riesgo invertido en las últimas dos décadas. Estos excesos fueron gestionados en buena medida por profesionales sin demasiada o nula experiencia.
Una de las primeras consecuencias de este período de zozobra ha sido la reducción de tamaño de algún megafondo (Kleiner Perkins Caufield & Byers).